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Hotel Florinda

Altos de la Ballena

Una experiencia comenzó con la cordial invitación a varios hoteles de la zona, incluido el nuestro. Una vez llegado al lugar, tuvimos el placer de conocer a Paula,  quien nos compartió la historia de cómo ella y su esposo, socios fundadores, llegaron a este rincón especial.

Su enfoque principal es la producción de vinos, pero han acondicionado el lugar para que puedas degustar deliciosas comidas caseras que complementan maravillosamente su producción. Aquí, los protagonistas son sin duda los vinos y la belleza del entorno.

Nuestra experiencia se desarrolló en diferentes etapas:

Un recorrido al mirador donde te sumerge en un paisaje inmenso y único. Aquí, apreciamos la amplitud de la naturaleza que rodea el lugar, lo que lo convierte en un punto destacado de la visita.

El terreno tiene plantado aproximadamente cinco hectáreas donde Paula y Pablo nos compartieron que las UVAS se desarrollan de manera única en este lugar, Los racimos empiezan a formarse en diciembre, y cada etapa del ciclo de crecimiento es diferente.

El descenso Tras tomar algunas fotos con Pablo y Paula, llegó el momento de descender. En el camino, una simpática perra y un perro nos acompañaron, añadiendo un toque especial a esta aventura.

Datos del (su)Terreno: Han adaptado el terreno para recibir visitas, desde la prevención de caídas cortando raíces hasta el nivelado del suelo. La constante búsqueda de mejora es evidente en su dedicación.

Bodega: La bodega, de concepto boutique, es el corazón del lugar. Aquí se elaboran vinos de calidad premium y ultra premium, y mantienen una temperatura estable para asegurar la calidad de la producción y donde cuidan hasta el mas mínimo detalle.

En las variedades premium, destacan el «Cetus Cuvee» y el «Cetus Syrah».

También nos contaron que aun conservan algunas de aquellas botellas de Merlot de su primera producción en 2005

También nos enseñaron la maquinaria que poseen para el etiquetado

La Degustación de Vinos: comenzó con un vino fresco hecho con uvas blancas viognier y continuamos probando  una variedad de vinos, Reserva Cabernet Franc, y el destacado Cetus Syrah.

Degustación de Comida Casera: La experiencia culinaria fue excepcional. Nos presentaron a Andrés de sierra tranquila quien nos hizo degustar un delicioso dulce de leche. Además, conocimos a Rodolfo, el gerente comercial de Black River Caviar. La mesa estaba repleta de delicias, desde empanaditas de pollo y cordero preparadas por Juan y Cristina, hasta una variada selección de charcutería local. Un rissoto de hongos, recolectados en el lugar, fue el broche final de esta experiencia culinaria única.

En resumen, esta experiencia en el viñedo y bodega no solo nos permitió disfrutar de vinos excepcionales, sino también de un paisaje impresionante y una comida casera que complementa a la perfección la excelencia de sus vinos. Sin duda, un día inolvidable en compañía de apasionados productores de vino y anfitriones.